El ambiente de siempre.

- Uh, no te creas. También se necesita la inteligencia, la agilidad y la buena puntería. -No caí en el verdadero significado de su pregunta hasta tiempo después de haberme quedado en silencio tras sus palabras.- Ehm... una pregunta... ¿Cómo sabes que soy policía?

No podía ser que me hubiera descubierto con alguna pregunta que le hubiera soltado.. aunque podía pensarlo porque no era muy normal ir haciendo esas cuestiones así sin más. Parecía un interrogatorio policial para cuando alguien se perdía y acudía a nuestra ayuda.

- La gente "normal" no hace interrogatorios a la gente desconocida - respondí con una pequeña gota en la cabeza, más de una vez me habían interrogado, sí que más o menos sabía de qué iba la cosa. - Además, tu forma de actuar en cierto modo te delata. - añadí - No todo el mundo se ofrece a buscarle trabajo a otro, menos si es un desconocido del cual ni siquiera sabes el nombre.

- Claro.... también tienes razón

Sonreí con un par de gotas en la sien y crucé mis manos tras mi cabeza.

- Es que, pensaba que haciéndote preguntas me acordaría de tu nombre. Es bastante descortés preguntarlo así de sopetón solo porque te suena la cara de esa persona, ¿no crees? Me suenas, me suenas mucho... pero sigo sin acordarme de tu nombre. Dame la primera inicial a ver si así.. me acuerdo y te dejo en paz. Debo de estar molestándote con mis tontas preguntas.

- L - mentí sin pensarlo dos veces - Aunque yo nunca te he visto... así que como antes he dicho.. debes de estar confundiéndome con otra persona... - volví a decir sin dejar de andar. - ¿Ahora me dejarás en paz?

Por su tono de voz, deduje que me estaba diciendo "que pesada eres, ¿te irás algún día o qué?". Sonreí, intentando que no se me notara la "decepción" por no acordarme de su nombre. ¿L? No me sonaba ningún nombre de chica con L... y a esa morena no le pegaba que su nombre empezara por esa letra. Empecé a pensar nombres en mi cabeza cuando iba a decirle que si la molestaba me iría ya. Pero no fue así, algo me lo impidió. De pronto vino una especie de luz lilácea y blanca y empezó a moverse a nuestro alrededor, cada vez acercándose más a la morena.

- ¿Y esto...? ¿Es una llama? -Esa cosa voladora se acercó a las manos de la morena.-

Al igual que la policía, me giré a ver ese fuego que se acercaba. Era de un color lilaceo-blanco. Me preguntaba si podía llegar a ser una mezcla de fuego oscuro y blanco...

- Eso parece - dije cuando la tuve entre manos - ... - me quedé observando esa llama, me incitaba a encender de nuevo mis manos, y eso hice, con fuego convencional. Al parecer le gustaba a esa llama. - Creo que es un fuego fauto... - dije no demasiado convencida, como si nada.

- ¡Un fuego fauto! ¡¡Ya decía yo que existían!!

Estaba más emocionada que cuando me dieron la medalla honorífica. Parecía que a aquel bichito le gustaba el fuego de las manos de la morena.

- Enciende alguna otra de tus llamas, a ver como reacciona. -Estaba más interesada yo en aquel ser que la chica, se le veía en el rostro. Le sonreí para que animara un poco su cara, tan seria.... al final daba respeto.

entrecerré un poco los ojos por la propuesta de la chica. ¿variar el fuego? Quizás lo único que conseguiríamos con eso sería hacerle enfadar... Pero bueno, por probar...

- Está bien.. - cambié a fuego verde. El bicho ese solo se removió, como si quisiera más temperatura - Creo que el fuego azul no hace falta ni probarlo... - me dije más para mi mismo, cambiando esta vez a fuego oscuro. El fuego Fauto solo se remobió más de lo normal, al parecer esta vez se estaba quemando, así que volví al fuego convencional - Será mejor dejarlo así... - musité con varias gotas en la cabeza.

- Que cosa más mona... -Estaba sonando como una pija pava.-

Se me estaban cayendo las babas, no literalmente pero si en mi mente. Esa cosa era una monada. Me gustaban sus reacciones pero a que lo intentaba tocar, ese se ponía furioso y empezaba a revolotear ya ponerse más oscuro, como si me estuviera atacando y diciendo que no lo tocara.

- Pero veo que solo te quiere a ti. Creo que le has caído bien -Sonreí.-

- Solo me quiere porque le doy calor, si no también reaccionaría mal - dije alzándome de hombros - Es un interesado - concluí entrecerrando los ojos - todos son iguales. - eso ultimo lo dije más para mi misma, hacien más bien referencia a la mayoría de gente que había conocido, exceptuando a dos o tres personas, todas las demás que había conocido, eran solo puros interesados.

- ¿Unos interesados?

Me puse a reír como loca pero no a carcajada limpia sino a risa limpia. Era como si me hubieran contado un chiste y pillara el sentido tres cuartos de hora después. Al fuego fauto pareció que no le había gustado mucho mis risas y las últimas palabras de la chica. Este empezó a dar vueltas, cambiando a un color más oscuro, parecido al fuego oscuro que me había enseñado esa chica que iba a llamar L a partir de ahora, hasta que me viniera su nombre a la cabeza.

- Ups, creo que se ha enfadado

- Es tu culpa, por ser tan escandalosa... - protesté siguiendo con la mirada a ese fuego. Ahora sí parecía ser mi fuego oscuro. Quizás si intentaba controlarlo podría hacer que parara de dar vueltas... al fin y al cavo.. era fuego. Y lo intenté, conseguí que parara, pero no por eso dejó de removerse quejándose de ello, hasta que lo dejé ir. - sí, es un interesado, solo quería que alguien le diera calor, en caso contrario, se enfada.

¿Escandalosa? Quizás un poco... El fuego se separó unos metros, parecía enfurismado conmigo.. si más no, parecía que echara un pequeño humo lila de entre sus llamas oscuras. Intenté sonreírle, con una gota enorme en la sien, más por miedo que por ridículo. Lo miré con cara de inocente, intenté que se calmara, si más no para que viera que era buena persona.

- Oye Alys, no puedes calmarlo un poco...? -Me quedé un momento estática. Me había salido ese nombre sin pensarlo.- ¡Claro! Tu eres ¡Alys!

- Llamame Lys - dije como si nada observando ese fuego fauto, aunque por dentro sí que estaba sorprendida, pues no esperaba que dejara ir mi nombre así como así. Es más, ahora estaba alerta más que nada a lo que ella pudiera hacer que no ese bicho de fuego.

- Bueno, te llamaré como quieras pero ahora ya se de que me sonabas. Uhm... eres la chica del reformatorio ¿no es así?

Estaba siendo quizás algo cruel con las preguntas, algo tajante, pero tenía que salir de dudas. De mientras ese fuego no se cansaba de dar vueltas pero no llegaba más allá de ello; no molestaba...
Si Lys era la chica de la que yo tenía en mente, tendría que estar alerta. No me dijo nada de unas llamas blancas pero quizás me confundía...

- ¿Me ves reformada? No verdad? pues no se si a esos lugares se les podría llamar así - más bien yo a aquello lo llamaría "transformatorio" pues volvía a la gente normal en gente rara, y a los raros en aun más raros. -

Tragué saliva. El tono de voz con el que dijo esas palabras me había helado la sangre; esa chica era tan misteriosa que de alguna manera... le tenía miedo. Bueno, miedo no era la palabra correcta, le tenía respeto. Un respeto extraño. Suponía que esa chica había pasado una vida difícil, su rostro lo reflejaba. Sus ojos lo mostraban y no iba a molestarla con su pasado ahora de que me acordaba quien era. Suspiré y vi que el fuego se había cansado, simplemente se había quedado frente a frente con Lys.

- ¿ahora qué? ¿Me arrestarás y me encerrarás en la cárcel? - pregunté como si fuera una provocación, aunque se supone que eso es lo que tendría que hacer... Me quedé mirando a ese fuego que más que compañía, lo único que hacía era molestar, y todo solo porque quería fuego. Pues fuego le daría. Alcé mi mano y dejé que se posara en ella, atrayendolo con fuego convencional. Después simplemente cambié a fuego oscuro para que se volviera a quemar y que así entendiera de una vez por todas de que allí solo molestaba.

- Es cierto que debería hacer eso, pero sorprendentemente no lo haré.

Sonreí y vi como el bicho de fuego se esfumó rápidamente, seguramente no volvería a las manos de Alys, se buscaría otro... "dueño".

- Que seas registrada por la policía no quiere decir que todos los policías queramos arrestarte. Soy la jefa y yo pongo las reglas. Conozco tu pasado, se que no hiciste nada en mala intención.

Así podrían haber pensado los policías hace siete años, no ahora. - protesté molesta. Más que nada porque ahora no estaría ni de buen trozo donde estoy ahora. - Me da igual que vayas de compasiva ahora, sigues siendo policía y seguirás cayendome mal por ello. - añadí frunciendo el ceño. El simple hecho de tener a un policía delante que me reconociera me ponía de malhumor. - Todos sois unos hipócritas - Aunque eso iba más para la gente en general que solo para los policías.

- Te comprendo y puedes odiarnos, insultarnos y decir todo lo que quieras sobre los policías. No tenemos muy buena reputación y no voy a negarte nada porque es cierto que a veces actuamos solo para nosotros mismos; para ganarnos un mérito más.

Pocas veces hablaba así; pocas veces confesaba esos actos que parecían ser más de delincuente que de policía. Agentes que servían a la ley y al pueblo pero que al mismo tiempo se preocupaban solo de sus personas. Suspiré y le sonreí. Yo a veces era de esas personas pero intentaba ocultar esa personalidad mía y ser solo la que me ordenaron ser mis superiores, una agente que ayuda a los demás, no que satisface sus deseos culpabilizando a inocentes.

- Está bien. Sois unos vendidos, unos cabrones y unos inútiles, y no os llamo "hijos de puta" porque vuestras madres no tienen la culpa de ello.. que si no... - bueno, soltar insultos de vez en cuando desahogaba un poco, además, ella acababa de decir que podía hacerlo. - Y mejor no sigo, que lo único que os gusta es tener poder encima de los demás. - concluí volviendo a cruzarme de brazos fastidiada y dejando ir un largo suspiro.

Sonreí, solo me limité a sonreír con mi risa más felina posible, tan felina que a veces podía considerarse algo falsa... Los suspiros me los guardé, lo ultimo que haría sería eso si antes le había dicho, de manera indirecta, que podía desahogarse conmigo. Verdaderamente parecía que los policías no el caían muy bien y más si sabían su pasado.

- Ya te dije que no todos los policías somos iguales; y cuando se que alguno de mis hombres abusa como tu dices, directamente lo hecho. Sin miramientos.

- Pues ahora que está todo dicho... ¿puedo largarme ya? - pregunté molesta - Al fin y al cavo lo único que quería era pasear tranquila, no terminar malhumorada... - puntué girándome con intención de irme.

Suspiré; no iba a hacerle cambiar de opinión, estaba claro.

- No voy a retenerte más si no quieres continuar la conversación... -Enterré mis manos en los bolsillos de los pantalones y di unos cuantos pasos, alejándome de ella lentamente hacia su izquierda.- ...tampoco era mi intención hacerte enfadar, yo solo hacía mi trabajo y ya que te he reconocido pues quería asegurarme de que eras la chica quién pensaba que eras. Esto es todo.