Ronda nocturna... De cócteles

- Pero bueno, esto es denigrante. Primero me obligan a hacer guardia de noche en la comisaría y hoy esto, vigilar el burdel. - me dije a mi mismo enfadado, mientras me dirigía al susodicho local. No me habían gustado nunca esos sitios, era demasiado tímido como para... Bueno, que nunca me habían gustado. Me planté delante del edificio, cerré los ojos, cogí aire y abrí la puerta. Lo primero que sentí fue la olor a perfume... Era mareante. El ruido ambiental era demasiado, entre las risas, la música, la gente en sí... Simplemente aquello era el caos total. Como tenía que hacer vigilancia, procuré no llamar la atención y me apoyé con la espalda en la pared de al lado de la puerta, entonces empecé a observar. Reconocía a ciertas personas de altos cargos, empresariales, abogados, jueces... ¿Policías? - Dios mío... - dije mientras me tapaba los ojos con una mano, lo único que sentía en aquél momento era vergüenza ajena.

Y fue entonces cuando me percaté que una chica se me iba acercando con una cara sospechosa - Dime guapo, ¿que hace un hombre como tú estando tan solo en este sitio? -
- Yo, eh... Bueno, no es lo que parece... Yo solo pasaba por aquí y... - balbuceé mientras mi cara se volvía del mismo color que mi chaqueta. - Nada nada, yo solo quería beber un poco y disfrutar de las vistas - dije por fin cuando mi lengua se dignó a hacerme caso. Así que di la espalda a aquella chica y me fui a la barra a pedirme un cóctel - Oiga, sírvame un San Francisco sin alcohol, por favor. - Al cabo de poco la camarera dejo delante mío aquella bebida rosa y azucarada, que no sabía por qué me gustaba tanto, y empecé a beber.

No sabía qué hacía allí... Ese lugar me mataba.. su olor, su ruido, sus vistas, la gente, los comentarios osenos que algunos soltaban y las risillas tontas de algunas mujeres. ¿Y porqué carajos estaba yo allí? Yo solo quería volver a casa... pero me había perdido y había sido tan tonta de pensar que aquí dentro podría preguntar a alguien por una dirección.... lo único que había conseguido era que más de uno me metiera mano, me manoseara el trasero o me soltara algún comentario indeseado. A algunos los había dejado calvos, a otros les había quemado la mano y a otros simplemente los había golpeado.

En un intento desesperado de encontrar a alguien más o menos razonable aparentemente, mi vista se topó con un chico rubio que parecía molesto por tener a una chica intentando persuadirle. Este consiguió deshacerse de ella y se fue a la barra a pedir algo. Quizás era la persona que buscaba, es decir, la única persona con dos dedos de frente en ese local. Me acerqué a él, o mejor dicho, solo me senté a la silla-taburete de al lado - Perdone.... ¿Podría ayudarme? - pregunté en voz baja.. o quizás simplemente la suficiente para que me oyera entre todo aquel barullo.

Mientras estaba metido en mis pensamientos, una chica se sentó a mi lado pidiéndome ayuda. - Perdona, pero mis necesidades ya están bien cubiertas - dije sin mirarle a la cara. Al ver que la chica no decía nada, ni tan siquiera se movía, volví la vista hacia ella. Y fue entonces cuando la reconocí, era Alys Kylance, la del cartel de busca y captura. - Oh, vaya, me pensaba que era una chica de este... antro. Perdóneme. - dije a modo de disculpa mientras intentaba disimular mi sorpresa. ¿Qué hacía aquí esta chica? Bueno, lo más importante en aquel momento era evitar que me descubriera, así que le seguí la corriente. - Bueno, ya que no trabaja aquí, dígame señorita. ¿Qué quiere?

Varias gotas aparecieron en mi cabeza por su respuesta ¿Se pensaba que yo era una de las chicas que trabajaba allí? Fruncí el ceño levemente por ello, pero solo me quedé allí, sin decir nada. Luego solo suspiré por su disculpa, pero tampoco dije nada. - A decir verdad.... me he perdido... es decir, sí se donde estoy, pero no se como volver a casa, solo quería saber si podría darme algunas indicaciones para poder volver a Amerthys Land... - dije observando la bebida que tenía el chico entre manos.

- Oh, vaya, así que se ha perdido... - dije con una gran gota en mi cabeza. En tal caso, sería una oportunidad perfecta para saber donde vivía la chica, y obviamente, no la iba a desaprovechar. - Bueno, yo de hecho también voy hacia allí, solo me ahbía parado aquí porqué estaba cansado y tenia ganas de beber alguna cosa. - comenté, mientras me percaté de que la chica observaba mi bebida rosada. - Es un cóctel, se llama San Francisco, aunque es sin alcohol - añadí lo último, para no parecer un borracho. - Pero bueno, lo que decíamos antes. ¿Quiere que la acompañe? Ya que vamos al mismo lugar... No pasaría nada si fuésemos los dos juntos. - pregunté con un tono amable. A la porra con la ronda de vigilancia, ahora el objetivo era ella.

Así que también iba hacia Amerthys Land... mejor, prefería ir acompañada que sola por esas calles. - Gracias, me haría un favor - agradecí agachando levemente la cabeza. Y vaya nombres tenían algunas bebidas.... la verdad, nunca entendería el porque de ellos, pero tampoco me interesaba.

- De nada~ - dije sonriéndole. De alguna manera u otra tenía que ganarse su confianza, y así poder capturarla más fácilmente. Me bebí el cóctel de un solo golpe e hice una mueca ya que era demasiado dulce como para poder beberla tan deprisa. - Venga pues, vayámonos, antes de que nos confundan otra vez y acabemos mal. - Así que salimos del burdel y empezamos a andar hacia Amethys Land. Al principio ninguno decía nada, era un poco incómodo, pero me cansé del silencio y decidí decir algo para romper el hielo. - Me llamo Drake, Drake Storm - mentí. No era plan de que reconociera el apellido de mi padre, un policía famoso. - ¿Y usted? ¿Cómo se llama señorita?

- Elisabeth - mentí, aunque un poco pensativa - Elisabeth Williams - añadí con varias gotas al recordar uno de los tantos comentarios inútiles de Will, diciéndo que siempre que tenía que decir nombre y apellidos decía llamarse "William Williams". - Aunque la gente acostumbra a llamarme "Lys" por vaguería a los nombres largos - sentencié cruzándome de brazos pensando que si realmente tuviera un nombre así de largo aun entendería el porqué de acortar nombres.... pero "Alys" no era largo... - Y dime... Drake, ¿Qué hacías tu en un lugar como ese? - pregunté observándolo de reojo, era extraño que estuviera allí si no tenía intención de acostarse o tener compañía de ninguna chica del lugar...

Oh no, la peor pregunta que me podía hacer era justamente la que me había hecho. - Pues es una historia un poco larga... - dije mientras me pensaba la historia. - Es que la primera vez que fui al burdel, vi a una chica preciosa, que no tenía la pinta de ser una chica de compañía. Empezamos a hablar y al final, lo hicimos. Después de aquello, volví algunas veces más solamente para hablar con aquella chica y saber más de ella. Lo que pasaba era que cuando más hablábamos, más me enamoraba de ella. Pero un día despareció, justamente aquél día tenía pensado pedirle para salir. Pensé que estaba enferma o le pasaba algo, pero con los días me di cuenta de que ya no volvería. Aún así, voy allí de cuando en cuando para ver si está, porque aún me queda esperanza. - expliqué con una sonrisa triste. Menudo actorazo estaba hecho yo.

Historia un poco larga... la verdad... - Parece sacada de un cuento de niños - Si tanto la amas ¿Porqué no la buscas en vez de ir al burdel? - pregunté alzando una ceja mientras me cruzaba de brazos - Aunque la verdad, quizás esa chica se ha largado con otro y ya. - podía ser algo perfectamente posible, la de casos que eran así...